La teniasis y la cisticercosis son enfermedades asociadas a la pobreza, provocadas por el parásito Taenia solim (en su forma adulta y forma larvaria respectivamente). La mala higiene, un saneamiento deficiente y la utilización en la agricultura de aguas negras sin tratar o insuficientemente tratadas facilitan la propagación de las mismas.
Esta enfermedad se encuentra distribuida a nivel mundial,
sobre todo en países en vías de desarrollo, como países del continente africano
y asiático, donde el exceso de población y las escasas medidas sanitarias son
factores que llegan a influir en el contagio con este parásito.
La cisticercosis forma parte de las enfermedades de interés
en salud pública, debido a que los seres humanos pueden adquirir la enfermedad
mediante el consumo de carne de cerdo, es decir, el cerdo es el hospedador
intermedio y el ser humano el hospedador final.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) menciona que para
evitar el contagio de cisticercos, es necesario concienciar a personas sobre el
mantenimiento de las normas sanitarias adecuadas, ya que el contacto entre las
heces de personas portadoras de Taenia solium con cerdos que se encuentren en
un sistema de crianza ineficiente es la razón por la cual la cisticercosis no
puede ser erradicada (OMS, 2018).
El agente causal de la cisticercosis humana y porcina es la larva de la Taenia solium cuando se instala en los tejidos de humanos y cerdos. Los cisticercos provienen de los huevos producidos por el parásito adulto (solitaria) tras ser ingeridos por humanos o cerdos. Los cisticercos se convierten en solitarias al ser ingeridos por los humanos en carne de cerdo insuficientemente cocinada. Las solitarias viven en los intestinos de los humanos y producen cientos de miles de huevos que se expulsan al medio ambiente.
La teniasis es una infección intestinal provocada por tres especies de cestodos: Taenia solium (tenia del cerdo), Taenia saginata (tenia del vacuno) y Taenia asiatica. El ser humano se infecta por T. saginata o por T. asiatica cuando consume, respectivamente, carne de vacuno o hígado de cerdo que no se han cocinado adecuadamente, pero la teniasis por estas dos especies tiene poca repercusión en la salud humana. Por tanto, esta nota descriptiva trata solamente sobre la transmisión de T. solium y sobre sus consecuencias para la salud
La distribución mundial de la teniasis humana y de la
cisticercosis humana y porcina es bien conocida. Por lo tanto, se deben llevar
a cabo estudios epidemiológicos en países endémicos con el fin de identificar
poblaciones con alto riesgo de adquirir cisticercosis, así como los factores
que influyen en su transmisión.
Es necesario detectar y controlar a los huéspedes
intermediarios infectados. Actualmente, el único método empleado es la
inspección sanitaria, por lo que debería realizarse de la mejor manera posible,
especialmente en países en vías de desarrollo. La Organización Mundial de la
Salud publicó recientemente las normas para la prevención, vigilancia y control
de la teniasis/cisticercosis.
Los seres humanos portadores del parásito adulto deben ser
diagnosticados y tratados. Es necesario implementar métodos alternativos para
el diagnóstico de teniasis. La niclosamida, el mebendazol y el praziquantel son
en la actualidad las drogas que se pueden emplear para el tratamiento de la
teniasis; de preferencia la niclosamida.
Los métodos inmunológicos empleados en la actualidad para
el diagnóstico de la neurocisticercosis humana son adecuados, y deberán
adaptarse para la cisticercosis porcina. Será útil contar con un método inmunológico
que detecte antígenos de Taenia en las haces fecales. El conocimiento de los
aspectos inmunológicos de esta relación huésped-parásito y la caracterización
antigénica de la Taenia solium son herramientas útiles para mejorar el
diagnóstico y para desarrollar vacunas.
La mejor manera de erradicar la cisticercosis es por medio
de campañas nacionales, que incluyan aspectos educacionales, médicos,
veterinarios y sanitarios, y estén diseñados para interrumpir varios pasos del
ciclo vital de la T. solium.
La teniasis por T. solium, T. saginata o T. asiatica se
caracteriza generalmente por síntomas leves e inespecíficos. Puede cursar con
dolor abdominal, náuseas, diarrea o estreñimiento, que aparecen alrededor de 8
semanas después de ingerir carne que contiene cisticercos, una vez que la tenia
se ha desarrollado completamente en el intestino.
Estos síntomas pueden permanecer hasta que el que la tenía muere después de haber sido tratada
(en caso contrario, puede vivir durante muchos años). Se considera que, sin
tratamiento, la infección con T. solium suelen persistir de dos a tres años.
En el caso de la cisticercosis por T. solium, el periodo de incubación es variable, y las personas infectadas pueden permanecer asintomáticas durante años.Ç
La teniasis se puede tratar con praziquantel (dosis única
de 5 10 mg/kg) o niclosamida (adultos y niños mayores de 6 años: dosis única de
2 g, después de un desayuno ligero, seguido de un laxante a las 2 horas; niños
de 2 a 6 años: 1 g; niños menores de 2 años: 500 mg).
En el caso de la neurocisticercosis, dado que la
destrucción de los quistes puede producir una respuesta inflamatoria, la
enfermedad activa requiere a veces tratamientos prolongados con praziquantel
y/o albendazol, además de un tratamiento sintomático con corticosteroides y/o
antiepilépticos o, en algunos casos, un tratamiento quirúrgico. Las dosis y la
duración del tratamiento son muy variables, dependiendo sobre todo del número,
tamaño, localización y estadio de desarrollo de los quistes y del edema
inflamatorio que los rodea, así como de los signos y síntomas clínicos, en
especial si son graves o agudos.
Para prevenir, controlar y, eventualmente, eliminar T.
solium deben aplicarse intervenciones apropiadas de salud pública que abarquen
los sectores de la veterinaria, la salud humana y el medio ambiente. En la
lucha contra T. solium se pueden utilizar ocho intervenciones combinadas de
distintas formas en función del contexto de cada país:
Administración masiva de medicamentos contra la teniasis;
Identificación y tratamiento de los casos de teniasis;
Educación sanitaria, que incluya la higiene y la inocuidad
alimentaria; mejoras del saneamiento; mejoras de la cría de cerdos;
Tratamiento antihelmíntico de los cerdos: oxfendazol (un
fármaco disponible y aprobado para el tratamiento de la cisticercosis porcina),
a dosis de 30 mg/kg;
Vacunación de los cerdos (vacuna con TSOL18, disponible en
el mercado); y mejor inspección de las carnes y del procesamiento de productos
cárnicos.